La navidad (no) mola

No todos somos buenos, es cierto. Vale, sí, nos comportamos bien, yo, por ejemplo, nunca he matado a nadie. Pero no será por falta de ganas. Todos llevamos un lobo interior, que de vez en cuando quiere salir y matar.

¿Nunca echasteis de menos la sensación de desgarrar carne con vuestros dientes y notar la sangre escurriendo por vuestra barbilla? Vale, quizá soy algo radical, pero sabéis a lo que me refiero. Todos tenéis esa necesidad. Algunos se desahogan saliendo a correr, otros juegan al futbol, hay quien le da por cantar o por escribir. Pero la sensación de encierro, de enclaustramiento en unas redes de conducta está ahí.

No sé a vosotros, pero mi lobo se vuelve especialmente inquieto en las navidades. Es un cliché, pero ¿Quién no odia las comidas familiares? Dos horas de alimentos grasientos y pesados. De decir: No tía, no quiero más, los langostinos te salieron genial pero es que ya llevo treinta y cinco y no puedo más.

Tiene sus momentos cómicos cuando alguien se levanta de la mesa sin decir nada y diez minutos más tarde vuelve con cara de relajación máxima y hueco para comerse otra tanda de langostinos. Pero no te ríes. Nunca te ríes porque sabes que lo peor está por llegar: Las sobremesas.

Reírte con los mismos chistes de todos los años, ver como tu padre y tu tío se van poniendo rojos a medida que hablan de política y por dios, espero que seas tan afortunado de no tener a esa tía cantora, porque si no, te espera una larga velada de villancicos desafinados. Al fino oído de mi lobo interior le disgusta especialmente esta parte.

El tema de los regalos es otro asunto. Yo creo que alguno de mis familiares es ojeador de actores noveles. De esa manera todo tendría sentido. Saben qué esperas, que se yo, un móvil nuevo, quizá ese videojuego que llevas meses esperando, lo saben, pero en cambio te regalan un jersey de lana. Entonces te miran como diciendo: Te ha gustado, lo sé, tengo tan buen gusto, sabía exactamente lo que regalarte. Y tú te las tienes que ingeniar para, pieza a pieza, ir colocando una sonrisa en tu cara y decir: «Oh, es justo lo que estaba esperando«.

Estoy seguro de que fue así como se forjó el talento de los mejores actores.

Luego está fin de año. Hace un par de meses algún amigo te pilló con un par de cervezas de más y te convenció para ir con él a la mejor fiesta de fin de año de todos los tiempos. Te resignas y desempolvas tu mejor (y único) traje. Sales con todo bien colocado y repeinado por la mano de tu abuela. Llegas a la discoteca y resulta que no, que la fiesta tiene pinta de no estar ni entre las 100 mejores de fin de año, pero no importa mucho porque al cabo de media hora has abusado tanto de la barra libre que no te acuerdas de nada.

Al día siguiente, cuando consigues levantarte, ves las fotos subidas a Facebook y sabes que algún día cuando pidas trabajo tu jefe las verá, y no estará por la labor de contratar a una especie de orangután con la camisa manchada de vino, la corbata colgando de una oreja y en pose de perreus ridículus extremus. Tu vida nunca volverá a ser igual.

Por suerte todo acaba en quince largos días. Pesas tres o cuatro quilos más, tienes un nuevo y flamante jersey de lana que casi, casi ni te pica y puedes decir con orgullo, que un año más, has conseguido no arrancarle la yugular a nadie.

Feliz navidad.

Orson López

60 respuestas a “La navidad (no) mola

  1. Tú tienes madera de escritor, genial entrada! No es que comparta lo que dices, no he llegado a tener que aceptar un sueter de lana, o escuchar una tía cantora, o comer comida grasienta, pero sé que mas de uno sí, y lo has escrito con pedantería natural, me ha encantado!

    Me gusta

    1. Estaría muy guay, pero para eso hace falta dinero, mucho dinero. Sería una gozada vivir económicamente de este blog, y que diese suficiente dinero para poder irse al Caribe. Mientras tanto, tendremos que seguir aguantando a nuestros familiares. Saludos.

      Me gusta

  2. Totalmente de acuerdo, las navidades , en general, no molan. Y mi lobo interior pugna por salir en las comidas navideñas. Más de dos mordiscos en la lengua me he tenido que dar para no «estropear» el ambiente navideño.
    A pesar de eso, que pases unas felices fiestas, que lo cortés no quita lo valiente

    Me gusta

  3. Que cierto es lo del Lobo interior, aunque creo que cada Lobo salta por unas cosas distintas, todos nos sentimos encerrados en algún momento, y las navidades pueden ser demasiado tensas para el pobre cánido.

    Me gusta

  4. Me parece muy divertido tu visión de la Navidad y la forma que tienes de describirlas. Hasta hace unos años yo también pensaba lo mismo, pero de un tiempo a esta parte todo lo que me sucede me parece espectacular e intento no desperdiciar ningún día de la vida, para que luego no tenga que arrepentirme. Creo que esto se debe a que he tenido una enfermedad bastante grave que me ha impedido hacer las cosas normales que la gente suele hacer, como salir con los amigos, organizar una comida o cena en casa de alguien, ir a tomar copas o simplemente ir al cine o a dar un paseo.
    He tenido que pasar unos cuantos años en casa, sin poder casi salir de a la calle y sin poder relacionarme mucho con la gente. Antes de que me sucediera esto yo era una persona super vitalista que siempre estaba buscando algo para entretenerme y distraerme. Las Navidades normalmente las pasaba fuera, con mi ex, haciendo algún viaje alucinante.
    He aprendido que estar conmigo misma es una experiencia fantástica y que la mejor forma de relacionarme con los demás es a través del amor y la alegría.
    Por eso, estas fiestas ahora me parecen geniales. Es verdad que os pasamos de consumir, hacer cosas por obligación y tradición y no por el deseo de hacer felices a las personas cercanas, pero aún así son una oportunidad para disfrutar de esta preciosa vida.
    ¡FELICES FIESTAS!!!!! QUE TENGAS SALUD, DINERO Y AMOR PARA DISFRUTAR Y COMPARTIR

    Le gusta a 1 persona

  5. jaja yo no tengo ningun familiar que cante (gracias a Dios!) pero sí que es verdad que tengo algún que otro compromiso… que no me apetece mucho. Ánimo y felices fiestas!!!
    P.D. Yo tb tengo un lobo interior que a más de uno fulminaría, sea en Navidad o no.

    Me gusta

  6. Que si hombre. Que si que mola. Aunque sólo sea por leer estas y tantas magníficas descripciones con las que te ves tan identificado que te da por pensar que las ha escrito un primo tuyo. La mía esta aún en el horno. Pero saldrá segura mente para el mismo día 24. Intentaré que esa cena no sea tan… Navideña. Un saludo

    Le gusta a 1 persona

  7. Muy entretenida y muy de acuerdo con lo del «lobo interior», incluida la parte de las vísceras y la sangre, no lo hubiera descrito mejor, aunque creo que el monstruo de dentro tiene ganas de salir en cualquier día del año.

    Cuando he leído todo lo mal que lo pasas con la familia no he podido evitar que me diera pena, ¿por qué tienes que aguantar ese tipo de cosas? Así normal que muchos odiemos la Navidad ¬¬ y eso que mi familia es de descanso.

    Le gusta a 1 persona

    1. Gracias por la referencia a esta entrada en tu blog. Nos ha encantado la entrada en la que has puesto la referencia a este articulo. Esperamos que el resto de nuestras entradas te puedan inspirar a la hora de hacer tus nuevas entradas. Saludos y felices fiestas de parte de los que hacemos este blog (Simón de Eiré, Orson López y Silvestre Santé)

      Me gusta

  8. jajaja todos tenemos ese lobo interior pero hay gente y ocasiones especiales que lo hacen salir. Quizá si en vez de un jersey de lana hubiera sido otra cosa no hubieran tenido éxito dominado a la Bestia xD.
    Veamos como les va para el otro año…

    Le gusta a 1 persona

    1. Esperemos que lo hagan mejor, que regalen mejor, estamos hartos de tener que sacar a nuestro lobo interior. Esperemos que santa claus te haya traído algo, a nosotros no nos ha traído nada, debemos de ser muy malos (o lo será nuestro lobo interior???) saludos.

      Me gusta

    1. Si, supongo que nunca serán las fiestas que se pretenden que sean. Te dicen: debes reunirte con la familia, con los seres queridos, debemos ser solidarios con quién no tiene recursos,… Si no cumples con esos preceptos durante el resto del año es de hipócritas hacerlo ahora, la verdad es que eso que llaman espíritu navideño es una mentira que nos meten en la cabeza para que haya buen rollo y blablabla… Que si, que estas fiestas son una hipocresía, pero yo (Simón de Eiré) opto por meterme en la fiesta de tal manera que les recuerdo que estas fiestas son una patraña religiosa con aderezo capitalista. Así hay fiesta, pero está vacía de contenido. Saludos.

      Le gusta a 1 persona

  9. Que puedo decir, creo que estas relatando mi comida del día de reyes jajaja, en fin, al menos hay una fecha al año en la que a la gente le da por juntarse, hacerse regalos y ser un poco más generosa y positiva, aunque no entiendo porque esa actitud ha de ser exclusiva para cuando viene el gordo de rojo y cuando se va nos la quitamos y la colgamos hasta el próximo año, como si fuese una chaqueta.
    Muy divertido el blog, a partir de hoy comienzo a seguiros a ver qué vais poniendo. 🙂

    Me gusta

Deja un comentario