Las pipas con sal 3: el Pipalgnarok

Aquí están de nuevo las lágrimas que desprenden los girasoles cuando les rompen el corazón, es decir, las pipas (no os confundáis, el aceite es su líquido sanguíneo). Tras la revolución de las pipas “working class”, las pipas consiguieron instaurar el régimen de la Unión de Repúblicas Pipalistas Soviépipas (URPS), a cargo de la pipa líder, la pipa pocha llamada Pipelnin.

Pero todo esto les costó la vida a miles de pipas. Pipas con sal, pipas comunes, pipas sin cáscara,… miles de ellas abandonadas a su suerte por culpa de aquel consumidor irresponsable que tiró el paquete de pipas abierto hacia el suelo, liberando a las miles de pipas de su estado de opresión. Las que tuvieron la suerte de sobrevivir, intentan exiliarse en Suecia, dicen que allí solo te comen los pájaros y que las pipas no están metidas en esos paquetes tan pequeños de 2×2 que parecen cuchitriles, sino que están metidas en auténticos sacos con otras miles, millones de pipas. O lo que es lo mismo, un régimen de vida ideal para la más común de las pipas.

Pero, ¿y cómo es el destino de las pipas que mueren? Pues las pipas tienen un más allá, que en unas culturas se llama Facunhalla, en otras, Piponhalla,… o si han sido malas pipas, también existe el Grefusfierno. Como no conocemos malas pipas (las pipas pochas no son malas pipas, simplemente es que ya están viejas y residen en los geriátricos para pipas), veremos cómo llega una pipa al Facunhalla o Piponhalla.

Cuando muere el cuerpo físico de la pipa, su alma sube por unas escaleras de cemento santo (es el Facunhalla, hasta el cemento es santo), hasta una puerta de plástico santo (lo sabemos, allí también hay petróleo santo e industria de refinado santa, a diferencia de lo que hay en el mundo terrenal de las pipas vivas) donde les espera el señor de las pipas, Yahgiraelsol, que coge el alma de las pipas y la mete en una balanza y así la compara con el peso de una pluma, si el alma de la pipa es más ligera, entonces va el señor Yahgiraelsol con sus llaves tuneadas y abre una puerta de girasol mágica (ya veis, algo que no es santo, pero es mágico) e invitaba a la pipa a entrar. Si resulta que el alma es más pesada que la pluma, entonces el señor Yahgiraelsol le pasa la lengua a la superficie del alma de la pipa (ya veis, hasta el alma tiene elementos tangibles allí), si sabe bien se la come, y si no, una trampilla expulsará a esa alma indeseable hacia el Grefusfierno. Eso sí, lo que hay detrás de la puerta de girasol mágica no lo sabemos, porque el señor Yahgiraelsol no nos dejó pasar. A ver si somos capaces de colarnos y así podemos ver lo que hay.

Simón de Eiré

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