Los autómatas (Homenaje a Eduardo Galeano)

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Trozos de carne y hueso inertes,
Venas y arterias conectadas a un corazón sin sangre,
Cartílagos sin articulaciones,
Cerebros y cerebelos podridos en la mugre.

Esta es la anatomía de los autómatas,
Individuos despojados de su individualidad,
Personas de decisiones automáticas,
Programadas por los dueños de su personalidad.

Aquí están, las máquinas hechas de fibras naturales,
Aquí están, los que antes eran personas y ahora son sonámbulos,
Aquí están, los nuevos alineados intelectuales,
Aquí están, los antiguos adultos hechos ahora párvulos.

Si te seduce cualquier ofrecimiento,
Si no te cuestionas tus creencias,
Si no aprendes nada de tus vivencias,
Y nunca fabricas tu propio pensamiento.

Sal de la espiral que lentamente te mata,
No de manera física sino de manera emocional,
Y si no puedes escaparte de esta dinámica colosal,
Malas noticias, te has convertido en un autómata.

Simón de Eiré

24 respuestas a “Los autómatas (Homenaje a Eduardo Galeano)

  1. Muy interesante. Cierto es que replantearse las creencias no es simple. Varios estudios han demostrado que tendemos a ser bias hacia lo que creemos…. Por eso cuando hay discusiones entre científicos y religiosos el mismo hecho genera dos visiones totalmente opuestas.
    Replantearse los ejes de coordenadas no es simple ni gratis de dolor.
    Inclusive los que te seguimos y disfrutamos de lo que escribís. Nos tendríamos que replantear inclusive nuestro amor al helado de vainilla y a lo que nos gusta leer…

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    1. Por supuesto, ningún cambio es fácil de hacer, y mucho menos lo es el de cambiar las creencias. Pero cualquier cambio puede ser de diferentes magnitudes: los hay muy grandes, los hay muy radicales, los hay muy pequeños y los hay muy suaves. Los cambios de creencias también pueden ser según estos tipos según su magnitud. Y se puede dar un gran cambio a partir de la consecución de varios cambios pequeños. Los motivos por los que se dan esos cambios son diversos: las lecturas que haces, las experiencias personales de cada uno, conversaciones con diferentes personas,…
      Quien escribe estas líneas, Simón de Eiré, a partir de un determinado momento, se plantea la siguiente cuestión: si todos los seres humanos morimos, porque biológicamente nuestro cuerpo tiene una vida limitada, ¿como puede ser que según tus creencias, tu pertenencia a una religión determinada, o tus pautas de comportamiento tengas destinos diferentes después de la muerte, si todos somos de la misma especie? Fui educado desde pequeño en un ambiente católico, y el hecho de que la respuesta que daba el cristianismo ante esto no me convencía, que consideré que la respuesta ante esto tenía que ser algo que pudiese ser algo universal para todos los seres humanos, independientemente de sus creencias religiosas y de cualquier otro tipo, y que de casualidad leí a Marx sin tener previamente una idea de cómo era su ideología (pues leí a Marx antes de que en la escuela me explicaran las características de su pensamiento), y llamandome la atención la famosa frase de «La religión es el opio del pueblo», pasé de ser cristiano y no estar muy interesado en política ni en ideologias políticas, a ser ateo y marxista. Pasados unos cuantos años, sigo siendo ateo, pero no estoy de acuerdo con muchas cosas que dice el marxismo, pero aún así me sigo considerando de izquierdas. Pero a pesar de esto, es bien sabido que dentro de la izquierda política hay muchas tendencias muy diferentes, y aún así, considero que ninguna de esas diferentes tendencias representen mi manera de pensar al 100%.
      Creo que este es un ejemplo de que el replanteamiento de las creencias es un ejercicio que nunca termina, porque con el paso de tiempo y lo que haces en tu vida, miras las cosas de diferente manera en cada momento, y que cualquier cosa pequeña e inocente puede hacer replantear radicalmente creencias muy asentadas, pero esto no siempre es así y los cambios que se producen no tienen porqué ser radicales y enormes, pueden ser pequeños y que no suponga demasiado contraste con la situación anterior (ahí está lo que se demuestra en esos estudios que mencionabas). Y creo que normalmente en nuestra vida tenemos, tuvimos, y tendremos cambios grandes y cambios pequeños.
      Y con la comida pasa igual, personalmente he tenido etapas en mi vida en las que había ciertos alimentos que detestaba y ahora los como con mucho gusto, y también a la inversa.
      Con todo esto quiero decir que los cambios son díficiles, y los ejercicios mentales que hay que realizar para hacer esos cambios son complicados, están llenos de altibajos, y pueden ser objeto de cuestionamiento en cualquier momento, pero que son posibles. Eso si, hace falta un ingrediente fundamental: tener ganas de hacer esos cambios. Sin este factor, imposible hacer ningún cambio.

      PD: Me alegra que disfrutes con lo que escribimos, que nos sigas, y que abras debate sobre lo que escribimos, nos gusta que los que os acercais a nuestro blog tengáis espíritu crítico, y expreseis vuestras opiniones y puntos de vista. Quien sabe si alguna de vuestras opiniones hace replantearnos nuestras creencias u opiniones sobre diferentes asuntos, ¿no?

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      1. mi duda era si era de los hijos del dia del 2011… a mi me gustaria inluirlo redireccionandolo, con esta introducion… cuando digo que mira de reojo, me refiero a la foto que pensaba incluir de Galeano… haber si a simon le gusta y me deja, adaptandolo claro,,,

        10. Con lo ignorante que es uno, lo mucho que me jacto de ello, lo desconectado que he vivido, mi desinteres por la cultura en general y mi desprecio a la cultura moderna occidental, a sus artistas, a sus obras, a las tendencias que han marcado, a los colectivos intelectuales que quieren vivir del cuento, a los politicos que los subvencionan, a sus dueños, a quienes la quieren promocionar y que el publico demuestra que no les interesa el precio, hoy, he encontrado algo que me ha llamado la atencion. Yo que no leo libros, me quedo con ganas de leer algo mas de un tal Eduardo Galeano. Sin conocerlo de nada, me aventuro a decir que sus automatas, se refieren a los usuarios del Trabajo Social, que no levantan cabeza y no dudan si todavia la tendran entre los hombros o les quedo atras, en esta vida de perros. Por ello, no me extraña que nos mire de reojo, desilusionado en el devenir de vidas marchitas, que podrian ser plenas, pero que son las que son, gracias a quien sea, por que hay responsables y cobran por ello, como parte de la sociedad actual que tenemos.

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        1. Mientras redirecciones a esta entrada, pon lo que quieras de introducción, que por cierto, está muy bien lo que has propuesto como introducción, pero no he leído todas las obras de Galeano como para asegurarte que Galeano escribiese exactamente la palabra «autómata», pero si que hay en Galeano una abundante crítica a alguna gente en ese sentido, y por eso a esta entrada la llamé así, porque los autómatas se parecen mucho a una parte de la crítica que hace, sobre todo, en algunas partes de El libro de los abrazos, del 1989, sobre la sociedad moderna.

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