Cada año, vemos como las organizaciones supranacionales cobran más poder. En Europa la Unión Europea cada vez rige más las vidas de los habitantes de los distintos estados, otro organismo supranacional como la ONU cada vez tiene más que decir en la relación de unos estados con otros. Siempre hay pasos atrás como Inglaterra con su brexit, pero la tónica general nos va conduciendo a una unificación que cada vez tiene menos que ver con la idea de nación.
Esto parece coincidir con la aparición de internet, que permite a las personas relacionarse con cualquier otra persona del mundo, para así agruparse por aficiones o gustos sin tener nada que ver con la vecindad. Antiguamente solo podías relacionarte con las personas que vivían cerca de ti, pero ahora esto ha cambiado y ha supuesto una piedra de toque para mucha gente. Una expresión de esto son las tribus urbanas, que son iguales aquí que en norteamérica.
También en la economía se intentan tirar barreras con, por ejemplo el frustrado TTIP, que pretenden, a grandes rasgos convertir al mundo en un único mercado unificado.
Todo esto son síntomas de globalización, que nos empujan poco a poco hacia el camino en que el estado cada vez es menos necesario, pero estamos entrando en este siglo en una dinámica aún mayor y que nos obligará a pensar ya no como conjunto de estados o naciones, si no como especie humana.
El principal síntoma de esto, y el que más impacto ha tenido de momento es el cambio climático, que nos empuja a tomar medidas todos juntos, ya que lo que un estado decida hacer afectará no solo a ese estado, si no a toda la especie humana. De momento los síntomas de este proceso son muy leves, pero cuando empiecen a afectar a la economía y a la salud me parece probable que los compromisos entre los distintos estados pasarán de ser simples charlas y acuerdos para convertirse en organizaciones capaces de imponer sanciones pasando por encima incluso de la soberanía nacional.
Otro reto al que nos enfrentamos este siglo es al de la colonización espacial, que suena a ciencia ficción pero está a la vuelta de la esquina. Es imposible que sea misión de los distintos estados colonizar otros planetas, tendrá que ser consensuado y las grandes distancias obligarán a crear organismos propios del espacio que regulen las relaciones humanas en las colonias. Esto de por si ya necesitará de un gran consenso, pero a mayores, y mirando un poco más lejos, cuando dichas colonias ya sean autosuficientes, nos veremos obligados a relacionarnos con las distintas colonias ya no a nivel de estado, si no de planeta, lo que obligará como mínimo a la creación de una organización de relaciones exteriores del planeta tierra.
Otro reto, quizá el mayor es el de la salud humana. Últimamente estamos viendo como los antibióticos tradicionales están dejando de tener efecto, creando superbacterias que son inmunes casi a cualquier tratamiento. Esto se debe al mal uso que cada estado da a los antibióticos dentro de sus propias fronteras. Cuando este sea un problema lo bastante serio también puedo imaginar un organismo supranacional que frene el mal uso de los antibióticos, y puesto que la alternativa es una pandemia mundial que merme la población, no me cuesta imaginar que ese organismo tenga poder suficiente como para pasar por encima de los derechos de cualquier gobierno que se niegue a aceptar las normas.
El temor del siglo pasado fue la extinción de la raza humana en un holocausto nuclear. Pues bien, en este siglo también nos enfrentamos a la extinción, pero por medio de la contaminación de nuestro planeta y por medio de enfermedades inmunes a todo lo que tenemos. Ante este escenario no me resultaría raro encontrar un gobierno de la especie humana, ya que eso es lo que nos jugamos este siglo, la especie humana.
Silvestre Santé
A grandes rasgos puedes tener razón en lo que planteas, pero creo que has olvidado un factor muy importante a tener en cuenta y que, desde mi humilde punto de vista, es un importante escollo a salvar.
Me estoy refiriendo a las diferencias culturales. Estas diferencias son origen (bueno parte de la culpa es de ellas pero no toda) de importantes enfrentamientos en distintas partes del mundo (Estado Islámico, Al Quaeda, Farc….etc, son los más destacables). Los hay como los que he mencionado antes que llegan a ser conflictos «globalizados» de mano del terrorismo y hay otras diferencias que a menor escala también suponen problemas a resolver. Una muy clara es la diferencia entre la mentalidad de Occidente (Europa y EEUU principalmente) con la mentalidad oriental (China, Japón Corea…) No digo que una sea mejor que otra, pero si que sus diferencias muchas veces chocan e impiden el correcto entendimiento. Por otra parte tenemos las diferencias religiosas (origen como dije de muchos conflictos) y estas creo que son más difíciles de salvar.
Y ya no entro en la propia naturaleza humana…Mientras sigamos siendo racistas (lo somos y no podemos negarlo, solo hay que ver las noticias cada día), egoístas y avariciosos….poco vamos a conseguir en ninguno de los retos que planteas, ni resolveremos el cambio climático, ni exploraremos nuevos mundos ni nada…Hoy me he levantado en plan pesimista…
Saludos.
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Gracias por tu comentario. Creo que tienes razón pero muchas de edas diferencias se van puliendo gracias entre otras cosas a internet. Además planteo que sera algo de fuerza mayor es decir, que no habrá mucha opción.
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Es posible que tengas razón. Seguro que internet ayuda, pero veo los cambios lentos en relación con los problemas que planteas. Por ejemplo, poco puede hacer internet contra el cambio climático si no existe una voluntad global de hacer algo y esa voluntad va de mano de que los gobiernos quieran hacer algo más que firmar una declaración de intenciones. Claro que entonces entran en juego los intereses nacionales de cada país…yo contamino menos que tú….tú contaminas demasiado…..Y así no se llega a ninguna parte.
Me reafirmo en que el problema de este planeta es la naturaleza humana….
Sigo pesimista jajajaja
Saludos.
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Interesante reflexión, aunque abarca demasiados temas que necesitarían, por ellos mismos, cada uno una entrada. Por comentar solo uno de ellos: una hipotética colonización espacial no dejaría de ser la invasión de un planeta o satélite por un país determinado. En un mundo en el que todavía existen colonias (Francia aún exprime a algunos países africanos, en connivencia con sus corruptos gobernantes), ¿qué te hace pensar que la superpotencia que se adueñara de una colonia sideral pediría opinión al resto del mundo?
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Bueno, a día de hoy existe un tratado que impide a cualquier nación poseer cualquier territorio fuera de la tierra, claro que podrían saltárselo, pero a día de hoy es así y creo que el equilibrio entre las distintas potencias lo impediría.
Gracias por comentar!
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Hay que partir del hecho de que el concepto de ‘estado’ como tal es una creación realmente reciente. La identidad nacional de un país empieza a surgir a partir del siglo XIX, principalmente, ya que antes las personas no se sentían adheridas especialmente a un territorio que fuese más grande que el pueblo o la ciudad en la que había nacido. Por lo tanto, desde mi humilde punto de vista, la concepción del estado como tal, como formación geopolítica, es algo cíclico -no ha existido siempre y tiene sus fases, véase la reunificación de Alemania e Italia- y como dices es muy probable que a la larga desaparezca como tal. La globalización está ayudando en eso, por supuesto, pero por desgracia esto va unido a un problema que es la pérdida de la identidad nacional, entendiendo ‘nacional’ no como el amor a una nación artificial, sino más bien como la pérdida del folklore y de las tradiciones, costumbre e idioma que nos diferencian y en torno a los cuales se crea la idea de país.
Entonces hay que reflexionar sobre cómo queremos que esto suceda.
Para mí lo ideal sería la eliminación de fronteras físicas sin la pérdida de las fronteras culturales. Que todos los habitantes de la Tierra pudiésemos enriquecernos libre y ampliamente de lo que nuestros vecinos pueden ofrecernos sin perder nuestra propia esencia ni nuestra propia forma de hacer las cosas. Que no hubiese aduanas ni límites regionales, porque cada cual sabría perfectamente dónde empiezan sus similitudes y dónde empiezan sus diferencias.
Gracias por un artículo tan interesante que invita a la reflexión =)
¡Un saludo!
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Gracias por tu comentario! Sin duda lo que tu propones sería ideal y lo más deseable.
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Mi estimado Silvestre, «la tónica general [que] nos va conduciendo a una unificación que cada vez tiene menos que ver con la idea de nación» que tu ves, en mi opinión tiene un sentido económico. Como historicamente, en general a resultado ser, los cambios se van dando en nuestro planeta.
Todos esos «síntomas de globalización» que indicas y «que nos empujan poco a poco hacia el camino en que el estado cada vez es menos necesario» es, de nuevo, por la dinámica económica dominante ahora llamada eufemísticamente globalización, antes: expansión capitalista. Yo no pienso que ese orden económico «nos obligará a pensar ya no como conjunto de estados o naciones, si no como especie humana».El gran capital solo piensa en sus intereses.
Como otros de tus lectores comentaron, el sistema capitalista solo bajo excesiva presión social tiene que considerar la cultura de los pueblos. El concepto Estado muchas veces ha sido revasado por la realidad que viven los países. Hoy lo estamos viviendo en todo el mundo por la crisis económica que padecemos.
En estos tiempos, buenos o malos, según este parado cada quien, vemos el afianzamiento, de lo que supongo tratas de dilucidar en tu artículo: las megacorporaciones internacionales que manejan más dinero que la mayoría de cada uno de los países no industrializados y, de no pocos, países ricos, como es el famoso caso de Blackrock, constituida en los Estados Unidos en 1988 y que tienen grandes intereses en Europa, Estados Unidos y más lugares. Tu artículo, coincido con otro lector, tiene varios temas interesantes y por tanto podría comentar más pero deseo parar aquí y agradecerte darnos pie para comentar. Saludos.
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Gracias por tu comentario Jaime. Coincido contigo en casi todo, sin embargo creo que no me exprese bien en el artículo ya que la principal idea es que en este siglo o en los venideros nos veremos abocados a una serie de presiones que amenazarán nuestra existencia, y yo aventuro que será solo bajo esas presiones cuando ocurrirán estos procesos. Tampoco pretendo decir que sea algo bueno o deseable, si no más bien algo inevitable.
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